Uno de los temas que más me preocupan, sin duda alguna.
Nacemos con un sistema visual inmaduro, muy inmaduro. Dentro del útero no hay luz, no hay estímulos visuales, por lo tanto no hay necesidad de gastar energía en el desarrollo del sistema visual. Es suficiente con crear las estructuras fisiológicas necesarias para una vez nacidos comenzar con el desarrollo del resto de las habilidades visuales.
Si un niño nace con un dedo de menos, es fácil detectarlo. Si un niño nace con un problema de visión la situación es algo más complicada.
En las primeros meses de vida el pediatra valora en las revisiones el estado de salud de los ojos, descartando patologías como malformaciones, catataras congenitas, anomalias palpebrales, que no haya respuesta a estimulo luminoso, fallo en la contraccion y dilatación pupilar... esto esta muy bien pero, ¿que hacemos cuando el niño ya ha cumplido los 2 años y no tiene la próxima revisión hasta los 4 años?
Es curioso que la primera valoración visual, en cuanto a cantidad y calidad de visión de los niños la realicen en la consulta de pediatría con unos test en la mayoría de los casos obsoletos, sin la formación específica del profesional que lo valora.
Somo los ópticos-optometristas los que debemos hacer una valoración completa del estado funcional de visión de los niños. (La parte anatómica, fisiológica y patológica le corresponde al Oftalmólogo). En España, la edad de escolarización comienza a los 3 años, una edad demasiado temprana en la que en muchos casos el sistema visual no está del todo desarrollado, en el que cualquier alteración en el enfoque de los objetos, la coordinación entre ambos ojos o la integración y procesamiento de las imágenes que percibe pueden producir un "rendimiento nefasto" en las habilidades escolares. No hablemos del desarrollo de la lateralidad y la coodinación motora, pilares fundamentales junto con la correcta audición e intregración auditiva para que el niño pueda adquirir con completa normalidad la lecto-escritura.
Entonces no hay escusa para que los niños sean evaluados a la edad de 3 años, básicamente porque es necesario, el sistema educativo en España comienza a esta edad y los niños para poder aprender necesitan que sus herramientas visuales, auditivas, motoras y de integración esten en el estado correcto.
Creo firmemente que debería incluirse en los protocolos de evaluación y seguimiento de los niños un apartado concreto y detallado de la exploración visual y auditiva a la edad de 3 años. Y durante el desarrollo del niño debe ser evaluado una vez al año, salvo si existen alteraciones o antecedentes familiares que indiquen un control más exhaustivo.
Buscar un centro de confianza donde puedan ofrecer un servicio de evaluacion visual y auditiva pediatrica es de una gran importancia para detectar posibles alteraciones que pueden ser corregidas antes de que impliquen algún problema de aprendizaje en los más pequeños.
MdBA
Optico-Optometrista
MdBA
Optico-Optometrista
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