Archivo del blog

lunes, 17 de abril de 2017

Lentes de contacto y embarazo... ¿compatibles?

Suena el teléfono...
- Dígame?
- Hola, necesito pasar a que me veas, resulta que me he quedado embarazada y veo fatal...
- Por supuesto, aquí te espero!




Usuaria de lentes de contacto RPG, las lentes en cuestión tienen 3 años, porque hasta la fecha veía bien y no consideró la necesidad de acudir a las revisiones correspondientes.

Ay que ver como son las hormonas, en este caso en concreto han producido una descompensación tan grande a nivel de película lagrimal que la superficie de la lente de contacto es una maraña de productos grasos que ademas impiden una correcta humectación de la lente de contacto. La consecuencia es Vision Borrosa.

Pero este caso en particular no es lo común, la mayoría de usuarias de lentes de contacto que deciden seguir utilizándolas durante el embarazo, pueden hacerlo. Eso sí, bajo la supervisión y control de su óptico-optometrista. Solo así se podrá evaluar durante los meses que dura el embarazo que los cambios producidos a nivel ocular no impliquen un riesgo añadido durante su uso.

¿Qué cambios se producen?

A nivel de párpados y piel que rodea el ojo: Cloasma debido al incremento de la pigmentación en la zona periocular.  Telangectasia (angiomas) que desaparecen después del parto. Ptosis Palpebral (párpado superior caído) inducida por edema y retención de líquidos.

Película lagrimal: El embarazo afecta la fisiología de la película lagrimal y el principal resultado es la sequedad ocular.

Córnea: La sensibilidad corneal disminuye, sobre todo en la etapa final del embarazo y pasados un par de meses tras el parto retorna a la normalidad. El espesor corneal debido a la acumulación de líquidos aumenta (edema) y esto puede provocar cambios refractivos que deben ser comprobados tras el parto.

Cristalino: También se ve afectado por la retención de líquidos, lo que puede provocar fluctuaciones en la acomodación y por lo tanto en la capacidad de enfoque y de visión próxima.

Presión intraocular: Disminuye durante el embarazo, regresando a los valores previos pasadas unas semanas después del parto. Se debe a una mejora en el sistema de drenaje del humor acuoso.

Teniendo en cuenta que cada caso es particular y debe ser evaluado por los profesionales adecuados, no existe ningún argumento que impida el uso de las lentes de contacto. Ahora bien, si se utilizan bajo la supervisión de un óptico-optometrista tendremos más garantías de que no se produzcan alteraciones no deseadas debido a la falta de sensibilidad corneal y los cambios en la película lagrimal.

En el caso que nos ocupa, debemos agradecer a las hormonas su actuación, al menos conseguimos que viniera a la revisión y que cambiara sus lentes de contacto.


Video de la superficie de la lente de  contacto y de la deshumectación.





María de Blas Alonso
OOD 12914






No hay comentarios:

Publicar un comentario